APELACIÓN DE AUTOS

En el proceso penal, la apelación de autos es un recurso totalmente fundamental tanto para nuestro sistema judicial peruano como para las partes procesales, pues permite al ente judicial reexaminar las materias incidentales apeladas para que con un criterio más desarrollado por parte de una Sala Penal de Apelaciones ésta se pronuncie confirmándola, rectificándola (revocándola) o  declarándola nula; y permite a las partes procesales inconformes con una resolución judicial, impugnar la misma y ejercer su derecho a la doble instancia a efectos de la correspondiente revisión por parte de la citada segunda instancia judicial.

El ejercicio de este recurso desempeña un papel crucial en la garantía de los derechos de defensa y en la búsqueda de una justicia más equitativa y transparente, a tenor de las siguientes razones:

• Derecho a la defensa: Permite a las partes inconformes con una resolución judicial cuestionarla ante una instancia superior, garantizando así su derecho a la defensa y a un debido proceso.
• Control de legalidad y corrección de errores: Facilita la revisión de las decisiones judiciales para asegurar que se ajusten a la ley y que no se cometan errores que puedan afectar los derechos de las partes.
• Fortalecimiento del Estado de Derecho: Contribuye a la transparencia, imparcialidad y legitimidad del sistema judicial, promoviendo un Estado de Derecho sólido y confiable.
• Prevención del abuso de poder: Actúa como un mecanismo de control frente a posibles arbitrariedades o excesos cometidos por los órganos judiciales, al permitir la revisión de sus decisiones por instancias superiores.

Ante las sentencias emitidas por un órgano de primera instancia, la ley prevé un mecanismo legal a los sujetos procesales que se consideren afectados o insatisfechos, jurídicamente, con la emisión de la precitada resolución. Ante ello, el abogado defensor, en su caso, puede interponer el recurso de apelación de sentencia, en el plazo único de 05 días hábiles computados desde que fue notificado formalmente con la sentencia.

Para ello, el recurso impugnatorio deberá cumplir cabalmente con las exigencias previstas en el artículo 405 del Código Procesal Penal, entre ellas, el precisar las partes o puntos de la decisión a los que se refiere la impugnación, y se expresen los fundamentos de hecho y de derecho que respalden la apelación. El recurso deberá concluir formulando una pretensión concreta.

Es indispensable que el recurso se encuentre correctamente elaborado y sustentado, dado que nuestro sistema procesal establece un doble control para evaluar su admisibilidad o inadmisibilidad, siendo en primer orden el juzgado de primera instancia, quien deberá emitir el auto concesorio de la apelación (ante un correcto escrito del recurso de apelación) y posteriormente deberá pasar un segundo filtro de su evaluación ante la Sala Penal de Apelaciones, en la cual se espera obtener el auto de admisibilidad del recurso de apelación; caso contrario, en cualquiera de los casos se emitirá un auto de inadmisibilidad o improcedencia del recurso.